RINOPLASTIA

Sirve para...

La rinoplastia es una intervención quirúrgica que permite corregir la deformidad de una nariz, ya sea congénita, o por traumatismos o intervenciones anteriores; o simplemente su tamaño.

Siempre se ha de tener presente que la nariz, además, forma parte del aparato respiratorio; resultando inseparables la consideración estética y la funcional.

Así funciona...

Se trata de un procedimiento quirúrgico.

Se puede realizar con anestesia local y discreta sedación cuando sólo deben corregirse la punta nasal y la zona cartilaginosa. Es recomendable anestesia general o sedación profunda si debe corregirse la pirámide ósea nasal.

Toda la intervención se practica a través de incisiones realizadas dentro de los orificios nasales; algunas maniobras externas, que el cirujano realiza con sus dedos sobre la piel, complementan el procedimiento. Para la corrección de los huesos nasales, pueden ser necesarias unas micro-incisiones (apenas 1 milímetro) en la base de la nariz. No quedan cicatrices visibles.

Sólo para grandes deformidades de la punta puede ser necesario un acceso a través de la columela (la estructura carnosa situada entre los dos orificios nasales).

La rinoplastia puede ser reductiva, para disminuir el tamaño de la punta o subirla, para reducir la anchura o el dorso, etc.; y/o aumentativa, para dar más relieve a la punta, levantar un dorso hundido o corregir una deformidad.

En qué consiste...

Habitualmente, el procedimiento comporta la colocación de unos taponamientos nasales durante 12-24 horas, y de un conjunto de esparadrapo o yeso durante 7-10 días.

Con anestesia local, concluida la intervención el paciente abandona inmediatamente el Centro Médico; con anestesia general, permanece ingresado 12-24 horas.

Se recomienda un reposo relativo y la aplicación de frío local durante 24 horas.

El primer control se efectúa a los 3-4 días, para revisar el vendaje (esparadrapo o yeso), si lo hubiera. Los puntos, si los hubiera, se retiran a los 4-8 días.

Cuánto tiempo supone...

Entre una y dos horas.

Qué puede ocurrir...

Los más destacables son la necesaria utilización, habitualmente, de los taponamientos y el vendaje. Es totalmente infrecuente el dolor postoperatorio, que siempre podrá controlarse con analgésicos.

Las infecciones postoperatorias son rarísimas.

Las equímosis o hematomas (morados) son practicamente constantes, y ocupan la región de los párpados inferiores y las mejillas. Desaparecen espontáneamente en 7-10 días, y antes pueden ocultarse con maquillaje cosmético.

Después de retirar el vendaje es imprescindible utilizar una crema hidratante y protector solar en la cara y las mejillas, durante treinta días; naturalmente, en esos mismos treinta días, se evitará la exposición solar. Resulta muy útil el drenaje linfático manual

La inflamación, aunque no sea muy aparente, puede durar algún tiempo; se aprecia, por ejemplo, al usar gafas porque dejan marca en los puntos de apoyo.

Los controles postoperatorios deben prolongarse, como mínimo, durante tres meses.

 

BHEQM opina...

La rinoplastia es una de las intervenciones más solicitadas y agradecidas, por sus espectaculares resultados. La rinoplastia debe, fundamentalmente, conseguir crear una nariz en armonía con el resto de la cara del paciente.

La nariz está situada en el centro de la cara, y es la estructura más prominente de la misma; su participación en la imagen personal resulta indiscutible. Existen, más que para otros elementos del rostro, unos cánones de belleza basados en unos volúmenes y unas formas. Y más que en el caso de otras anomalías puede provocar simples inseguridades o grandes complejos en el afectado.

Es habitual obtener importantes y positivas modificaciones en el carácter del paciente, que demuestran, como decíamos, la gran repercusión psicológica que, en algunas personas, provocan las alteraciones morfológicas de la nariz.