RADIOFRECUENCIA NO ABLATIVA

Sirve para...

Tratamiento de la flaccidez cutánea en cualquier zona facial y/o corporal.

Este tratamiento reduce los signos de envejecimiento de la piel, proporcionándole una apariencia más juvenil. También denominado “thermalift” o radiodermoplastia, el tratamiento se lleva a cabo con una tecnología aprobada por la FDA americana para el tratamiento de los surcos y la flaccidez que se originan en el rostro por la laxitud de la piel.

Con algunos equipos, los resultados se obtienen con una única sesión de tratamiento; con otros equipos se precisan varias sesiones.

En los tratamientos faciales se consigue una expresión más vivaz y juvenil. Se obtiene una elevación de las cejas cuando se trata la parte superior del rostro, y una disminución de los pliegues nasogenianos al tratar las mejillas; al tratar toda la cara, se logra una mayor definición del óvalo facial, pudiendo también tensar la piel del cuello.

En los tratamientos corporales (brazos, abdomen, muslos, etc.) mejora la flaccidez cutánea y la piel recupera su tersura.

Así funciona...

Se utiliza un dispositivo emisor de radiofrecuencia avanzada denominada radiofrecuencia no ablativa, que genera una gran elevación térmica tisular, y determina la inmediata contracción de las fibras de colágeno en las capas profundas de la piel. En una segunda fase, durante los meses siguientes, induce un proceso de formación de nuevo colágeno, que producirá  un rejuvenecimiento progresivo y duradero de la zona tratada.

En qué consiste...

En razón del equipo de radiofrecuencia que se utilice, puede requerirse anestesia tópica o local; con algunos equipos no se necesita anestesia.

En todos los casos, se trata de un tratamiento ambulatorio. No se requiere ningún tipo de vendaje. La mayoría de los pacientes vuelven a su actividad normal inmediatamente después del tratamiento, en ocasiones con una mejoría ya visible. Algunos experimentan un leve enrojecimiento de la piel (como el de una exposición solar), que normalmente desaparece rápidamente. No se necesitan cuidados especiales tras el tratamiento, pero se debe realizar protección solar, como parte del cuidado general, durante los 15 días siguientes al tratamiento.

Cuánto tiempo supone...

Según la extensión de la zona a tratar y el equipo, el tratamiento puede durar de una a cuatro horas.

Incluye la aplicación y actuación de la crema anestésica, a veces pequeñas infiltraciones de anestesia en determinadas zonas particularmente sensibles, marcado de la zona a tratar y  la propia aplicación de la radiofrecuencia.

Qué puede ocurrir...

Se trata de un tratamiento muy seguro.

Sin embargo, cuando se utilizan altas energías, pueden producirse algunas lesiones en la piel, por ejemplo pequeñas quemaduras superficiales que habrán de resolverse espontáneamente en los días posteriores a la sesión.

Este tratamiento ha sido evaluado muy cuidadosamente sobre miles de pacientes (más de 120.000 casos en Estados Unidos), con un mínima incidencia de incidentes adversos duraderos.

BHEQM opina...

La radiofrecuencia abre un gran camino en el tratamiento de la flaccidez tanto corporal como facial.

Recientes estudios publicados constatan que la retracción de la piel se produce gradualmente durante dos a seis meses después de la sesión o sesiones de tratamiento. En algunas personas los resultados son visibles mucho antes y, en la mayoría, la mejoría es continua hasta el año. Según esos mismos estudios, los resultados se mantienen estables al menos 2 años; actualmente se admite que permanecerán entre 3 y 4 años.

Es una metodología cómoda y segura, actualmente en pleno desarrollo, lo cual permitirá descubrir nuevas indicaciones.