TOXINA BOTULINICA (HIPERHIDROSIS)

Sirve para...

Tratamiento de elección de la hiperhidrosis (sudoración excesiva), fundamentalmente a nivel de las axilas, las palmas de las manos y las plantas de los pies; por denervación farmacológica de los receptores en las glándulas sudoríparas.

Es asimismo el tratamiento causal de las arrugas de expresión, así denominadas por su relación directa con la mímica facial; fundamentalmente de las arrugas de la frente, el entrecejo, las perioculares (patas de gallo) y las peribucales (verticales de los labios).

Es importante señalar que la toxina botulínica (Botox®, Dysport®, Neurobloc®, Puretox® Xeomín®) se utiliza, desde hace muchos años y con excelentes resultados, en Oftalmología y Neurología, para el tratamiento del estrabismo, el blefaroespasmo y los espasmos musculares, entre otras patologías. Y que están en estudio otras indicaciones terapéuticas, como por ejemplo la migraña.

Así funciona...

Consiste en la infiltración de pequeñas cantidades de un fármaco específico, la toxina botulínica tipo A comercializada con el nombre de Botox® en la zona afectada.

La infiltración se realiza con una jeringa y una aguja muy fina, que la hace prácticamente indolora. Aun así, para el tratamiento de las arrugas faciales se suele utilizar analgesia “a frigore” (cubitos de hielo o bolsas congeladas), anestesia tópica (crema) o locoregional.

 

En qué consiste...

El tratamiento se realiza en una única sesión.

El paciente se reincorpora inmediatamente a sus actividades habituales.

El efecto aparece alrededor del 2º-4º día, y es completo a los 7-10 días.

Cuánto tiempo supone...

Entre diez y treinta minutos.

Qué puede ocurrir...

Las microinyecciones pueden resultar, como mucho, desagradables. Puede aparecer algún pequeño hematoma o equimosis, que desaparece espontáneamente en algunos días.

En algunos casos, se produce una insuficiencia de resultados. En ambos casos, se realiza un pequeño repaso, con algunas microinyecciones, que resuelve la situación.

Está referida la posibilidad de un aumento de sudoración en regiones anatómicas vecinas.

En el caso de las manos, por difusión del fármaco a músculos próximos puede producirse una desagradable paresia transitoria de la musculatura local, que puede determinar alguna disfunción.

En algunas personas (5% de los pacientes tratados) existe una refractariedad, de origen inmunológico, al fármaco empleado, que determina escaso o nulo resultado.

No se observan efectos sistémicos (generales); debe contemplarse la posibilidad de una reacción alérgica grave.

Lamentablemente, la denervación selectiva y sus efectos no son definitivos, y tienden a reducirse a partir de los 3-4 meses y desaparecer en 5-6 meses; pudiendo entonces repetirse el tratamiento.

BHEQM opina...

Como hemos dicho, no se trata de un tratamiento definitivo, y habitualmente las infiltraciones deben practicarse dos veces al año. Se observa, sin embargo, que con las sucesivas infiltraciones el periodo efectivo es mayor.

En el caso de la hiperhidrosis, frente a otros tratamientos (antitranspirantes tópicos, iontoforesis, fármacos anticolinérgicos, denervación quirúrgica, etc.) poco efectivos, engorrosos o con efectos secundarios muy desagradables, la infiltración de este fármaco resulta una alternativa eficaz y segura para personas en las que el exceso de sudoración perjudica el ejercicio de su profesión (modelos o artistas, que manchan su ropa; trabajos manuales: músicos, artesanos, etc), o simplemente afecta su imagen social (porque se les podría atribuir una inseguridad o falta de higiene, sin haberlas).